Calle Capon: Bocaditos en Barrio Chino
- Amira Daira Dominguez Carrasco
- hace 23 horas
- 2 Min. de lectura
Si alguna vez te preguntas qué comer en el Barrio Chino de Lima, el Calle Capon es el lugar perfecto para descubrir una variedad de bocaditos. En este paseo probamos desde dulces coreanos hasta clásicos de la comida china en Lima, y la experiencia fue toda una montaña rusa de sabores.
Mochis y dulces coreanos en Lima
Comenzamos en un pequeño restaurante especializado en dulces coreanos. Lo primero que pedimos fueron los mochis verdes rellenos de crema, con la textura perfecta: suaves, chiclosos y con un relleno no muy empalagoso. Justo en su punto.
Luego pasamos a los maki de mochi, una especie de pancake relleno de mochi. Estaban ricos, aunque el nivel de dulzor era muy bajo, ideal para quienes prefieren postres suaves, pero quizá poco atractivos para los más dulceros.
Después probamos los pancakes con crema pastelera. Aquà la textura no fue la mejor: la crema estaba un poco seca, tirando a gelatinosa, y no cumplió con lo esperado. Finalmente, nos animamos con unos bocaditos de pancake con gelatina de alga, que no fueron de nuestro agrado. La gelatina tenÃa una textura demasiado dura y un sabor poco agradable, aunque el pancake en sà estaba bien.

Bocaditos chinos: siu mai y min pao
Más adentro en el callejón del Barrio Chino, encontramos el local HOME de bocaditos chinos salados. Optamos por el clásico min pao y el siu mai. El min pao nos decepcionó un poco: la masa no estaba bien cocida y el relleno era escaso. En cambio, el siu mai fue una sorpresa agradable: la masa estaba en su punto, la carne deliciosa y con un sabor natural. Lo acompañamos con un poco de tamarindo, una combinación que recomendamos totalmente.

Pasaje de comida coreana
El recorrido continuó en el famoso pasaje de comida coreana, también en Ucayali. Allà probamos agua de jamaica (té de flor de jamaica) y unas naranjitas chinas en almÃbar. La señora que atendÃa nos explicó que el té de jamaica ayuda a la digestión, la retención de lÃquidos y hasta a la pérdida de peso. Refrescante y delicioso.
Las naranjitas en almÃbar estaban muy ricas, pero hay que decirlo: eran bastante altas en azúcar. Perfectas como antojito ocasional, pero no para todos los dÃas.
